martes, 29 de marzo de 2011

G. M.

Mi amigo GM traduce al alemán la parte de L'essence du politique, de Julien Freund, dedicada al par, presupuesto o, como ha dicho recientemente JCV, "duplo" amigo-enemigo. Trabaja en su casa de Frankfurt acompañado de 30000 libros, su mujer, S, y un guerrero chino de terracota. Trabaja siempre que se lo permite el General diabetes.

Debe hacer dos años, tal vez tres, que le hice llegar mi ejemplar con la traducción española de la misma obra, realizada por Sofía Noël y publicada por la Editora Nacional en 1968: La esencia de lo político. Ya no he vuelto a tener noticias de esas mil páginas. Parece poco problable que ese libro vuelva a ocupar el sitio que le corresponde al lado de todos los libros, folletos, separatas y fotocopias de su autor que he ido amasando desde hace casi veinte años. Me pasa lo mismo con una tesis escrita en Francia sobre el mismo Freund y que pesa como un muerto: la presté.

Perderé los libros, pero no, estoy seguro, a mis amigos prestatarios.

La biblioteca de GM, iluminada con fotos -una de Mussolini embozado en un espeso abrigo de pieles; otra de Carl Schmitt y Ernst Jünger conversando animadamente; otra de un soldado peruano que se la jugó contra Sendero luminoso; la de dos nietas y, que yo recuerde, una foto suya con mi mujer, Y, y conmigo, los tres en Jardín, Colombia- nos ha visto pegarle sin respeto a un vino blanco y seco de Austria, pendenciero, casi peleón, que almacena en la habitación de invitados, cerca de los escolios completos de Gómez Dávila y varios libros que hablan del caso Padilla y de las maravillas de Cuba: el ron, las mujeres y el tabaco.

Para homenajear la biblioteca del amigo me traje a casa, la última vez que le visité, en noviembre de 2008, de camino a Düsseldof con una beca del DAAD para revolver las cartas que Carl Schmitt se escribía con sus amigos españoles, un libro de Otto Amon: Die Gesellschaftsordnung und ihre natürlichen Grundlagen, una antropología social relevante para el estudio de la cuestión social de 1900 (3ª ed.)

El tejuelo y los sellos del Seminario de Economía política de la Universidad de R. no me hacen dudar de la pacífica posesión de GM, pero sí de la legitimidad de su título adquisitivo.

Tiene piezas mucho mejores, pero preferí asegurarme esta, pues la vi aislada, sin guarda, muy lejos de sus preoupaciones o intereses en este momento. Se lo arrebaté, sin embargo, "en préstamo". No me atreví a distraérselo como la ocación merecía, de modo que no tengo mérito ninguno.

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