miércoles, 25 de enero de 2012

CV

La correspondencia recibida durante este mes se me hizo ya inabarcable antes del día 15. Agradecer y acusar recibo me ha llevado un tiempo. Ha llegado de todo, pero fundamentalmente revistas: Catholica 114, Altar Mayor 145, Éléments 142.

Hoy mismo, de Stefano Pietropaoli, Schmitt (Carocci editore 2012), una suma sobre el pensamiento schmittiano que hojeo con admiración. De su página 11 recojo el exacto currículum vitae del solitario del San Casciano renano:

CS, nacido en 1888, un cuervo blanco que no falta en ninguna lista negra.

[De la respuesta del Viejo a una carta a Armin Mohler que le pedía una breve noticia biográfica].

martes, 10 de enero de 2012

Fiero país

El odio a los muertos y a las tumbas que maternalmente les acogen, parrticularmente cuando, quedando sólo de ellos la memoria, se les trata acervamente como enemigos, es manifestación de una personalidad tortuosa y envilecida. Muy abundante, por cierto, entre la gente política halbgebieldet o "a medio formar" (eso precisamente decía de Hitler el Solitario de San Casciano).

Pero la remoción de cadáveres es tan antigua, al menos, como la afición de los seres humanos a guardarlos y cuidarse de ellos en todo tipo de sepulturas y urnas cinerarias. Tenerlo presente, como tema de todas las épocas, puede darnos el sosiego necesario para poner en su justo lugar una conducta en la que se acusa la cobardía de quienes la inspiran e incentivan.

No estoy aludiendo al Valle de los Caídos, pues como digo, se trata de un tema de todo tiempo.

En la misma correspondencia de Díez del Corral que estoy espigando estos días, el historiador de las ideas y las formas políticas se despide así de su correspondiente:

Y hasta pronto, en Madrid, junto a Donoso, Goya y Zurbarán que vimos hace unos años en sus tumbas y en sus cuadros. No nos quedarán muchas por ver porque este país, en guerra civil permanente, es fiero hasta con las tumbas. ¡Hay menos que en Berlín!

lunes, 9 de enero de 2012

Legalidad

Legalidad: ese chiste que solemos contar [los juristas] delante de los militares.

P. D. Ni importa el autor, ni el lugar de esta cita amena; ni siquiera importa la licencia que me he tomado para traducirla del alemán y hacer que en español diga lo que tiene que decir. 

Sobre Ortega (Quinto de Alemania y Primero de España)

Ernst Robert Curtiurs publicó en 1949 un estudio sobre el pensamiento de José Ortega y Gasset; apareció en la revista Merkur en el mes de mayo. El filósofo madrileño, que no era precisamente un escritor novel o desconocido, le quedó por siempre agradecido.

Traiga o no su causa en esas páginas devotas, que tal vez no la trae, traigo yo aquí una dedicatoria del español al alemán. La recojo de una correspondencia inédita de Luis Díez del Corral en la que agradece a su correpondiente las gestiones y mediación para la traducción de alguno de sus libros:

Bien sabe usted la mala acogida de que solemos disfrutar los intelectuales españoles en cuanto cruzamos los Pirineos. Curtius me enseñó un día un libro de Ortega con la siguiente dedicatoria: "A quien sacó de su rincón a un escritor provinciano".

lunes, 2 de enero de 2012

Dedicatoria para incautos

En el nuevo número de Empresas políticas, acaso el último de una serie que me ha dejado exhausto, vienen unas cartas espigadas en una correspondencia de Carl Schmitt y Ernst Jünger. Los dos se interpelan sobre el poder y sobre el destino de los libros de los hombres que cortejaron al poder. El de Schmitt y el de sus libros mancillados con el sello

Legal Division U. S. Group
CC Germany library
Prof. Carl Schmitt-Library

es conocido: vendidos por su dueño a un anticuario. Porque necesitaba los marcos, desde luego, pero también porque le resultaba insoportable ese vestigio de sus años de cautiverio.

En la carta de Schmitt a Jünger del 23 de enero de 1955 hay anotada esta postdata:

En algunos de los ejemplares de Diálogo sobre el poder he escrito como dedicatoria: Ernst Jünger dice: Robespierre llegó al poder como a una jaula. Yo pregunto: ¿por qué sólo Robespierre? Todos, los buenos y los malos, llegan al poder como a una jaula.

P. D. Feliz año nuevo a mis pocos lectores.
P. D. (6.I.12) Naturalmente, los "incautos" no son los lectores de mi "postdata", como rezaba originalmente en el título de esta entrad, sino los Presidentes enjaulados de la dedictoria de Carl Schmitt.