sábado, 27 de agosto de 2011

Del yeso hacia el aceite

En un Diccionario de Ciencias sociales editado en Alemania, tal vez en los años 30 (excúsenme la imprecisión en la cita: estoy desembalando estos días papeles y libros), que consulté hace un tiempo se puede leer este epítome de la actitud política de los españoles: "Practican el deporte de cambiar constituciones". Doy fe de la literalidad de mi traducción.

Cuando leí en El Estado de obras, de Fernández de la Mora, que un cínico viajero francés decía que en España la constitución es una pellada de yeso sobre granito, pensé que a Don Gonzalo le hubiera gustado tener noticia de mi hallazgo.

Ahora es distinto. Vivimos en un régimen de progreso. La cifra del movimiento político es la reforma constitucional. Se va viendo que toda reforma constitucional, en España, es un lamparón en un charco de aceite.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Hebras y cabos sueltos

Toda lectura es providencialista, incluso cuando al cerrar el libro vemos que esas páginas se nos quedan como cabos sin anudar en una trama cuya coherencia última apenas vislumbramos y de la que, quién sabe, tal vez tendremos que responder. 

Esa es la impresión que me dejan las excursiones de los últimos días: El monasterio de la Oliva, la obra colectiva que en 2007 conmemoró el LXXX aniversario del restablecimiento de la Orden del Císter (O. C. S. O.) -cistercienses de estricta observancia-, en ese enclave religioso de la ribera del río Aragón; La cocina cristiana de occidente, de Cunqueiro -con muchas erratas que afean el texto casi tanto como los dibujos metidos a capón al final de la mayoría de artículos: hay con "recurso de contrafuego" donde debería rezar "de contrafuero" que resulta sumamente ofensivo-; El cantar de Roldán, que empezamos ya a leer en el túmulo al Roldán de la leyenda desde el que se domina el paso de Roncesvalles; César Borgia y Viana (1507-2007), de Félix Cariñanos, erudito local vianés, que se detiene en todos los detalles de la muerte y la sucesivas exhumaciones y inhumaciones del arrogante caudillo en esa tierra navarra.

miércoles, 10 de agosto de 2011

A propósito de la Dictadura

[De una visita al Discurso sobre la dictadura de enero de 1849, uno de los grandes discursos políticos de la historia, y otra a Eugenio Vegas.]

Mal menor: bien posible.

El epigrama parece lo que es: una prudente justificación de la dictadura clásica, la del sable, no la de la daga.

lunes, 8 de agosto de 2011

Baroja en la Puerta del Sol

Flanea Baroja dentro y fuera de la Puerta del Sol.

Cuánta acémila afiliada al llamado "Movimiento del 15-M" da todavía la razón a los barruntos de Don Pío en Juventud, egolatría:

Los revolucionarios españoles siempre me han dado la impresión de guardarropía.

Pero también frente a ellos, para decirlo todo y seguir con Baroja, se adivina el optimismo de los eunucos.

viernes, 5 de agosto de 2011

El ángel protector de CS

Entre todas las anotaciones de Carl Schmitt en sus diarios hay una sorprendente.

La recoge el autor de boca de Ánima y yo la traigo aquí de memoria. "Un nazi le ha dicho a mi mujer que yo no tengo instinto y ella le ha contestado tajante: no lo necesita, él tiene un ángel protector". Lo del ángel es seguro, de lo contrario no se explica cómo pudo tantas veces salir de la barriga del pez.

Pero instinto también tenía, al menos para las cosas de España. En su correspondencia con Rafael Calvo Serer, de la que sólo conocía hasta ayer una mínima parte (de poco interés), sintentiza, con una frase de Ramiro Rico (comentador de España, sin problema de Calvo, Rialp 1949), el agotador llanto de los españoles por su patria, particularmente desde 1898: el presupuesto de una España problemática, lema del falangismo de Escorial y anatema para los católicos monárquicos de la generación de 1948, es el mito (esto lo añado yo) de una Europa aproblemática.

En la misma carta, fechada en Plettenberg el 2 de diciembre de 1950, IC aniversario del golpe de Luis Napoléon, el Golpe por excelencia en el siglo del parlamentarismo discutidor, declara también Schmitt su afecto sin complejos por la España aproblemática del libro de Calvo, por la España orgullosa que desentumece sus músculos del "Prólogo" de Fernández de la Mora a su libro, posterior, sobre el crepúsculo de las ideologías:

Meine grosse Sympathie und meine Liebe sin problema für Ihr Spanien.

lunes, 1 de agosto de 2011

Definiciones

Para Un invierno propio, de LGM:

Un chorro de plomo caliente.

Petilla de Aragón

En el enclave navarro de Petilla de Aragón nació Santiago Ramón y Cajal. Los desvelos de la Diputación foral de Navarra en los años 50 salvaron la casa natal del histólogo (y el resto del pueblo, casi en ruinas) de un abandono seguro.

Muy transformada, merece sin embargo la fatiga de los 20 kilómetros que serpentean y trepan desde Sos del Rey católico. Atiende un chico muy joven que abre y cierra la casa los fines de semana. Él y sus padres, de Zaragoza, son la mitad del censo vivo del pueblo en invierno.

El médico pasa consulta los lunes de 11:30 a 13 horas. El pan llega desde una tahona de Sos los martes y los sábados. El alcalde saliente, al parecer, contado todo esto con discreción por un vecino, no se va, de modo que el entrante no puede tomar posesión.

Ramón y Cajal sólo volvió una vez a su pueblo natal y no pudo reconocerse ya en él, tan aislado y desvencijado. 

El alcalde le invitó en alguna ocasión a dictar conferencias (lo que no se atreva a pedir un alcalde de pueblo) y el sabio le contestó declinando la invitación y enviando unos duros pra becar a los chicos más capaces de Petilla. Tal vez don Santiago se interrogó  en esa ocasión con la misma pregunta evangélica sobre Galilea: ¿cómo pudo salir algo bueno de allí?