
... No obstante, una cierta dosis de artificio para confundir a personas malintencionadas no hay que tomarla como astucia de zorro, sino como un arma legítima de la inteligencia. Lo pueblos de Oriente lo saben requetebién y hasta el mismísimo candor evangélico se ve precisado de utilizar tanto la prudencia de la serpiente como la simplicidad de la paloma (la paloma tiempla a la serpiente, lo que no puede hacer el león con el zorro). De lo que se trata entonces es de usar del artificio sin hacer la menor concesión a la mentira o a la impostura: en eso precisamente consiste la inteligencia ...
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