El realismo política viene siendo inefable. Momentos anímicos que centellean en la historia. Etcétera. Falto dos horas de mi biblioteca y Yolanda me avisa que mi hijas han instalado en ella a la nueva generación de realistas políticos. Mi casa parece ahora una nueva Pataliputra.
Ojo al parche aquí también que predominan las chicas.
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