Cerca de La Roda hablamos de El Señor de los Anillos, que vimos, en tres tardes, la semana
pasada. Me hacen mis hijas preguntas desordenadas, pero en ellas, en las de la
una y en las de la otra, se revelan actitudes muy distintas.
A Jimena, que anticipa con sus preguntas el solar dispuesto
al final de los tiempos para la reunión de los cabritos con las ovejas, le
preocupan sobre todo, en esa película, los matices que separan a los buenos de
los malos y que, en su opinión, deben apreciarse ya desde un principio. Y si no
es así, el caso es que ella anda buscando el matiz y haciendo distingos. Es una
moralista que en todo momento necesita saber a qué atenerse con unos y otros.
A
Julia, en cambio, le interesa más el camino que los héroes, frágiles, no todos
buenos ni buenos del todo, aunque esto parece no importarle, recorren hasta la
cima del Monte del Destino. Su preocupación es si los héroes llegan o no y
cuándo van a llegar.